Desde ayer Francia reabrió  sus puertas a los visitantes internacionales.

En el caso de los ciudadanos europeos vacunados, la decisión fue retirar la exigencia de pruebas de coronavirus.

Mientras que los viajeros inmunizados de otras partes del mundo, incluido Estados Unidos, podrán ingresar, pero aun con una prueba negativa en mano y cumpliendo condiciones específicas dependiendo de la afectación en sus territorios de origen.

Para ese fin, el Gobierno de Emmanuel Macron publicó el pasado  viernes, 4 de junio, un “Libro de Viaje” con una clasificación por colores: por ejemplo, aquellos que llegan desde territorios con fuertes oleadas de la pandemia o con nuevas variantes tendrán que argumentar una razón convincente para su ingreso a Francia. En la guía aparecen en la lista roja, que actualmente incluye 16 países como India, Sudáfrica y Brasil.

Fuera de la UE, la mayor parte del resto del mundo está clasificado como naranja. Los turistas acunados de países naranja, incluidos Estados Unidos y Reino Unido, ya no necesitarán ponerse en cuarentena a su llegada y ya no tendrán que justificar los motivos de su viaje.

Los visitantes europeos y los de siete países clasificados como verdes: Australia, Corea del Sur, Israel, Japón, Líbano, Nueva Zelanda y Singapur, no necesitarán someterse a pruebas si están vacunados.