Thomas Cook, la agencia de viajes más antigua del mundo, anunció que deberá someterse a una liquidación forzosa, dejando con efecto inmediato 105 aviones en tierra y 600.000 clientes afectados de alguna manera en 17 países.
Con 178 años de historia, la compañía británica vivía una situación financiera delicada que intentó rescatar con negociaciones hasta el último minuto.
Pero, después de que estas fracasaran el domingo, la empresa entró en bancarrota, poniendo en riesgo 22.000 empleos, 9.000 de ellos en Reino Unido y el resto, en distintas partes del mundo.