ASOLESTE afirma construir torres en playas afecta salud del turismo
La Asociación de Hoteles del Este (ASOLESTE) reiteró su rechazo a la construcción de edificaciones de gran altura en zonas turísticas, porque considera que esta decisión introduce un cambio que afectará el modelo de desarrollo de baja altura y baja densidad que ha impulsado el éxito del turismo en el país.
Explica que ha promovido el diálogo sobre el cambio del modelo de desarrollo turístico de baja densidad y bajas alturas para introducir torres elevadas, y se ha abstenido de hacer declaraciones institucionales “para facilitar un diálogo a partir de estudios y argumentos técnicos”.
Pero, señala que a pesar de haber favorecido el diálogo, los proyectos concretos para cambiar el modelo siguen avanzando, y “es la razón por la que respondemos a la estrategia mediática puesta en marcha para justificar el cambio”, porque estos hechos hacen necesario “explicar a la sociedad nuestras razones”.
ASOLESTE señala que no “existen estudios que permitan afirmar que la construcción de torres en el litoral contribuye a la competitividad del turismo. Ninguna institución pública o privada ha presentado un estudio con rigor científico y argumentos serios para sustentar este supuesto especulativo”.
Revela que una encuesta reciente de Gallup “encontró que por el contrario, los turistas que visitan República Dominicana, prefieren mayoritariamente alojarse en edificaciones de baja altura en un ambiente amigable con el entorno natural”, y existe un estudio que muestra que la construcción de torres en el litoral “desfiguraría el típico paisaje costero caribeño, componente fundamental del turismo en las islas”.
En España, plantea la entidad como ejemplo, “la construcción de torres ha creado dificultades en destinos turísticos, en zonas emblemáticas como Benidorm, convertida en “la antítesis de los principios de turismo sostenible”
ASOLESTE indica que el modelo de desarrollo turístico basado en baja densidad y baja altura de las edificaciones es tan exitoso que ha sido copiado en el Caribe mexicano, Cuba, Jamaica, y destinos de playa de otros continentes; y ha convertido a Punta Cana y su entorno, en el principal destino turístico del Caribe, y aportado interesantes soluciones arquitectónicas y de construcción para la popular hotelería “todo incluido”, asimilado en otros destinos turísticos de sol y playa.
Hablar ahora del despegue definitivo del turismo dominicano es un desatino histórico, afirma, “porque desde hace lustros somos el principal destino turístico del Caribe, con 7 aeropuertos internacionales”, y el de Punta Cana está en la lista de los 10 principales de América Latina y el Caribe.
Considera que es errado “plantear la necesidad de cambiar el modelo de baja altura y densidad y construir torres” en el este donde la llegada de turistas sigue en alza y en los últimos 6 años el crecimiento promedio anual ha superado ampliamente el que reporta el país y el Caribe y el mundial.
Además, importantes corporaciones turísticas siguen construyendo habitaciones bajo este modelo en Punta Cana, que tiene actualmente más de 40,000 habitaciones hoteleras en operación, y el desarrollo se expande hacia Miches.
ASOLESTE dice que contrario a lo que queremos hacer aquí introduciendo torres en las playas, el resto del Caribe está dando pasos hacia el modelo dominicano vigente. Cita el éxito de Rivera Maya en México con baja altura y densidad con tarifa y ocupación más alta que en Cancún donde priman los hoteles construidos con edificios altos.