La escala de disrupción causada por la COVID-19 en el turismo se explica en un nuevo y completo informe llevado a cabo por la Organización Mundial del Turismo (OMT) sobre las restricciones a los viajes.
Este importante informe, publicado mientras el sector sufre una conmoción sin precedentes, muestra que prácticamente todos los destinos del mundo han impuesto restricciones a los viajes desde enero de 2020, en muchos casos prohibiéndolos por completo, con el fin de contener la pandemia.
En los últimos años, como organismo especializado de las Naciones Unidas, la OMT ha hecho un seguimiento regular de los avances en la facilitación de los viajes, y ha observado una tendencia continuada hacia una mayor apertura. La COVID-19 ha interrumpido esa tendencia de forma abrupta. Según el estudio llevado a cabo para el nuevo informe, a fecha de 6 de abril, el 96% de los destinos del mundo habían introducido restricciones a los viajes en respuesta a la pandemia. Alrededor de 90 destinos han cerrado total o parcialmente sus fronteras a los turistas, mientras que otros 40 se encuentran cerrados a ciertos turistas, dependiendo del país de origen.
Los efectos en las vidas de las personas y sus medios de sustento
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirmó: «La COVID-19 ha afectado a los viajes y al turismo como ningún otro evento anterior en la historia. Los gobiernos han antepuesto la salud pública y han introducido restricciones totales o parciales a los viajes. Con el turismo suspendido, los beneficios que genera el sector están amenazados: podrían perderse millones de puestos de trabajo, y el progreso alcanzado en los ámbitos de la igualdad y el crecimiento económico sostenible podría revertirse. La OMT, por lo tanto, insta a los gobiernos a revisar de manera continuada las restricciones a los viajes y a flexibilizarlas o levantarlas tan pronto como pueda hacerse de forma segura».
Este estudio mundial de la OMT muestra que las distintas regiones del mundo han tenido respuestas similares frente a la COVID-19. En África, en Asia y el Pacífico y en Oriente Medio, el 100% de los destinos han impuesto restricciones relacionadas con la COVID-19 desde enero de 2020. En las Américas, el 92% de los destinos han adoptado medidas similares, mientras que en Europa la proporción es del 93% (a fecha de 6 de abril).
El grado de respuesta evoluciona
De forma más específica, el análisis identifica cuatro tipos de medidas restrictivas clave, a saber:
Cierre completo o parcial de las fronteras a los turistas.
Restricciones a los viajes según los destinos («pasajeros que han hecho escala o han estado en x no pueden entrar en x»).
Suspensión total o parcial de vuelos.
Diversas medidas, incluidos algunos requisitos de cuarentena o autoconfinamiento, certificado médico, invalidación o suspensión de emisiones de visados, etc.
Recuperación responsable y en el momento oportuno
En muchos casos, algunos destinos han ajustado ya sus medidas restrictivas según ha ido evolucionando la situación. La OMT continuará haciendo un seguimiento regular de la evolución de las restricciones de viajes y desarrollando análisis, en un esfuerzo por apoyar de manera efectiva una recuperación responsable, pero también oportuna, del sector turístico.