El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en interés de mantener debidamente informados a los agentes económicos y a la opinión pública en general, tiene a bien puntualizar varios aspectos sobre el comportamiento del mercado cambiario dominicano, a propósito de algunos reportes de prensa que señalan el aumento en la devaluación del peso dominicano, por la incertidumbre en la economía local provocada por el COVID-19.
El BCRD señala que su objetivo es claramente mantener niveles adecuados de liquidez en moneda extranjera, a fin de garantizar la certidumbre a los agentes económicos y del público en general. Asimismo, reitera que continuará participando en el mercado cambiario para apoyar la liquidez de la divisa estadounidense y evitar saltos bruscos en el tipo de cambio.
Destaca que, gracias al buen desempeño de los flujos de remesas e inversión extranjera directa, al cierre de 2019 logró acumular reservas internacionales en niveles óptimos históricos, lo cual ha permitido al Banco Central participar activamente en el mercado cambiario desde inicios del presente año para mantener condiciones ordenadas, inyectando divisas al sistema a través de las entidades de intermediación financiera que superan los US$1,058 millones, en términos brutos.
En adición, el Banco Central ha vendido al Banco de Reservas unos US$150 millones dirigidos a coadyuvar la demanda de divisas destinadas al pago de la factura petrolera a través de la Refinería Dominicana de Petróleo (REFIDOMSA), lo que hace un total de US$1,208 millones al día de hoy.
Asimismo, la institución ha implementado una estrategia comprensiva de participación en el mercado cambiario mediante su Plataforma Electrónica de Negociación de Divisas, apoyada de una diversidad de herramientas e instrumentos de intervenciones, lo cual ha permitido hacer un uso cada vez más eficiente de sus reservas internacionales. Destaca, además, que las entidades financieras cuentan con amplia disponibilidad de dólares, en torno a los US$1,700 millones.
Igualmente, la institución resalta que mantiene una posición fortalecida de reservas internacionales, las cuales se encuentran en torno a los US$9,300 millones al 24 de marzo de 2020, lo cual equivale a 4.9 meses de importaciones, excluyendo las zonas francas, y representan un 10.1 % del producto interno bruto (PIB), niveles considerados como óptimos por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estos niveles de reservas permiten garantizar la disponibilidad de divisas para pagos de compromisos internacionales, así como para enfrentar cualquier situación imprevista en el entorno externo o interno.
Indica que, si bien se ha observado un incremento en la demanda de divisas con carácter precautorio de los agentes económicos, con la participación del Banco Central el mercado ha sido capaz de atender dichas demandas, evitando así generar una demanda de carácter especulativo.
En ese sentido, el BCRD declara que ha actuado de manera oportuna y continua, anticipándose a los efectos de la incertidumbre generada por la posposición de las elecciones municipales durante el mes de febrero, así como al impacto asociado con las medidas de prevención del COVID-19 a nivel global y local.
Una de las depreciaciones más bajas de América Latina
El movimiento del tipo de cambio ante eventos de magnitudes globales no es algo intrínseco de la economía dominicana, sino que es un fenómeno que caracteriza a casi todas las economías pequeñas y abiertas del mundo. Así se puede ver cómo, en los últimos meses, el nivel de depreciación cambiara se ha acelerado en algunos países, siendo la economía dominicana una de las menos afectadas en la región latinoamericana y entre países emergentes.
Por ejemplo, el nivel de depreciación acumulada al 24 de marzo de 2020 fue de 24.9% en México, 15.7% en Uruguay y 5.9% en Perú, por citar algunos ejemplos, mientras que la depreciación en República Dominicana es de apenas 1.6%, en el mismo periodo de tiempo.
De igual forma, el mercado cambiario dominicano es uno de los menos afectados por los efectos de la pandemia del COVID-19 entre países emergentes, debido principalmente a los fuertes fundamentos macroeconómicos con los que el país ha abordado esta crisis.
El BCRD destaca que aún dentro del contexto internacional imperante, se observa que una baja en los precios del petróleo y un aumento sostenido de los precios del oro como activo seguro de refugio, pudieran favorecer los términos de intercambio de la economía dominicana.
Este efecto positivo, apoyado por el buen desempeño de las remesas y la inversión extranjera directa, compensaría en gran medida la moderación del turismo.
Finalmente, el Banco Central de la República Dominicana reitera que se mantiene en constante vigilancia ante los eventos de esta crisis, reitera su compromiso de utilizar toda su capacidad técnica y económica a los fines de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad cambiaria, y exhorta a los agentes económicos, a la clase política y empresarial, a contribuir con el clima de estabilidad, ya que momentos de adversidad como este requieren la unión de todos para trabajar más fuerte por el futuro de la nación.